miércoles, 22 de octubre de 2008

ENS ACEPTAN CONVOCATORIA A LA MISION POR PARTE DE LA IGLESIA DE SANTIAGO





EL ESPÍRITU NOS IMPULSA A LA MISIÓN


El documento conclusivo de la V Conferencia de Aparecida, recordando el mandato del Señor de “ir y hacer discípulos entre todos los pueblos”

[1], desea despertar un gran impulso misionero en la Iglesia en América Latina y El Caribe. Esta es, sin duda alguna, una de las principales conclusiones de ese gran encuentro eclesial. Este impulso misionero se puede desglosar en cuatro consecuencias prácticas:- aprovechar intensamente esta hora de gracia;- implorar y vivir un nuevo Pentecostés en todas las comunidades cristianas;- despertar la vocación y la acción misionera de los bautizados, y alentar todas las vocaciones y ministerios que el Espíritu da a los discípulos de Jesucristo en la comunión viva de la Iglesia.- salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y de esperanza

[2].El Espíritu Santo nos precede en este camino misionero. Por eso confiamos que este testimonio de Buena Nueva constituya, a la vez, un impulso de renovación eclesial y de transformación de la sociedad.
NATURALEZA Y FINALIDAD DE LA MISIÓNLa misión es parte constitutiva de la identidad de la Iglesia llamada por el Señor a evangelizar a todos los pueblos. “Su razón de ser es actuar como fermento y como alma de la sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de Dios”

[3]. Por eso, la misión que se realice como fruto del encuentro de Aparecida debe, ante todo, animar la vocación misionera de los cristianos, fortaleciendo las raíces de su fe y despertando su responsabilidad para que todas las comunidades cristianas se pongan en estado de misión permanente. Se trata de despertar en los cristianos la alegría y la fecundidad de ser discípulos de Jesucristo, celebrando con verdadero gozo el “estar-con-Él” y el “amar-como-Él” para ser enviados a la misión. “No podemos desaprovechar esta hora de gracia. ¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y de esperanza!”

[4].Así, la misión nos lleva a vivir el encuentro con Jesús como un dinamismo de conversión personal, pastoral y eclesial capaz de impulsar hacia la santidad y el apostolado a los bautizados, y de atraer a quienes han abandonado la Iglesia, a quienes están alejados del influjo del evangelio y a quienes aún no han experimentado el don de la fe.Esta experiencia misionera abre un nuevo horizonte para la Iglesia de todo el continente que quiere “recomenzar desde Cristo” recorriendo junto a El un camino de maduración que nos capacite para ir al encuentro de toda persona, hablando el lenguaje cercano del testimonio, de la fraternidad, de la solidaridad.
LA IGLESIA EN MISIÓN PERMANENTELa Iglesia en América Latina y El Caribe quiere ponerse en “estado permanente de misión”

[5]. Se trata de fortalecer la dimensión misionera de la Iglesia en el Continente y desde el Continente. Esto conlleva la decisión de recorrer juntos un itinerario de conversión que nos lleve a ser discípulos misioneros de Jesucristo. En efecto, “discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo él nos salva (cf. Hch 4, 12)”

[6].El “estado permanente de misión” implica ardor interior y confianza plena en el Señor, como también continuidad, firmeza y constancia para llevar “nuestras naves mar adentro, con el soplo potente del Espíritu Santo, sin miedo a las tormentas, seguros de que la Providencia de Dios nos deparará grandes sorpresas”

[7]. El mismo Espíritu despertará en nosotros la creatividad para encontrar formas diversas para acercarnos, incluso, a los ambientes más difíciles, desarrollando en el misionero la capacidad de convertirse en “pescador de hombres”.En fin, “estado permanente de misión” implica una gran disponibilidad a repensar y reformar muchas estructuras pastorales, teniendo como principio constitutivo la “espiritualidad de la comunión”

[8] y de la audacia (o, por ejemplo, disponibilidad) misionera. Lo principal es la conversión de las personas. No cabe duda

[9]. Pero ello debe llevar naturalmente a forjar estructuras abiertas y flexibles capaces de animar una misión permanente en cada Iglesia Particular.


II. LA MISIÓN CONTINENTAL UNA ACCIÓN MISIONERA CONTINENTAL PARA UNA IGLESIA EN MISIÓN PERMANENTE“

A la pregunta ¿para qué la misión?
Respondemos con la fe y la esperanza de la Iglesia: nuestra misión es compartir la Vida que nos transmite Cristo.

[10] “El Amor es el que da la vida; por eso la Iglesia es enviada a difundir en el mundo la caridad de Cristo, para que los hombres y los pueblos “tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).”

[11] De esta manera la Iglesia es “misionera sólo en cuanto discípula, es decir, capaz de dejarse atraer siempre, con renovado asombro, por Dios que nos amó y nos ama primero (Cf. 1 Jn 4, 10).

[12]Este dinamismo misionero se da en un momento muy propicio. “Cuando muchos de nuestros pueblos se preparan para celebrar el bicentenario de su independencia, nos encontramos ante el desafío de revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo. Él se manifiesta como novedad de vida y de misión en todas las dimensiones de la existencia personal y social. Esto requiere, desde nuestra identidad católica, una evangelización mucho más misionera, en diálogo con todos los cristianos y al servicio de todos los hombres.”

domingo, 17 de agosto de 2008

ENS CONVOCADOS A LA MISION CONTINENTAL









Convocación a la Misión

Texto completo del mensaje dirigido a los fieles de la Arquidiócesis de Santiago por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, con motivo del inicio de la Misión Continental, este domingo 17 de agosto de 2008.
“Al terminar la Conferencia de Aparecida, en el vigor del Espíritu Santo, convocamos a todos nuestros hermanos y hermanas, para que unidos, con entusiasmo, realicemos la Gran Misión Continental. Será un nuevo Pentecostés que nos impulse a ir, de manera especial, en búsqueda de los católicos alejados y de los que poco o nada conocen a Jesucristo, para que formemos con alegría la comunidad de amor de nuestro Padre Dios. Misión que debe llegar a todos, ser permanente y profunda” (Mensaje final, 5) A todas las comunidades que comparten la vida y la misiónde la Iglesia en nuestra Arquidiócesis.
Queridos hermanos y hermanas en el amor de Cristo, nuestro Señor, en la hermosa ciudad de Quito, que con sus templos coloniales recuerda la primera evangelización de nuestro Continente, los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y del Caribe se han reunido para celebrar el tercer Congreso Misionero de América. Todos ellos, unidos al Santo Padre, han querido dar inicio en este día a la Misión Continental que nos propuso la Vª Conferencia general del Episcopado Latinoamericano. El Papa les ha enviado un mensaje y también un tríptico, uno para cada país, semejante al que él les regalara a los obispos el 13 de mayo del año pasado, al inaugurar junto al santuario de Nuestra Señora Aparecida la Vª Conferencia general. Como símbolo de la renovación que impulsará la Misión Continental, envía los trípticos para que tengamos presente las raíces en la vida de Cristo y de la naciente Iglesia de nuestra firme resolución de ser y formar “discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida”.Unidos a todas las diócesis de Chile, de América Latina y del Caribe damos inicio en este día a la Misión Continental en nuestra Arquidiócesis.
Objetivos de la Misión Continental
1.Mediante la Misión queremos acoger toda la riqueza de vida y las orientaciones de la Conferencia general de Aparecida -no sólo con nuestro intelecto, sino también con nuestro corazón y nuestra voluntad-, conscientes de acoger así la inspiración, la fuerza renovadora y la conducción que el Espíritu Santo le entrega al Pueblo de Dios precisamente en este tiempo, frente a los desafíos que debemos abordar cuando iniciamos en nuestra patria los próximos cien años de nuestra historia soberana. Éste es el objetivo general de la Misión. Sus frutos serán nuestra aportación principal a la celebración del Bicentenario de nuestra Patria.
2. Como ustedes podrán comprobarlo, no se trata de una misión más, que persiga tan sólo la renovación y profundización de nuestra vida cristiana –lo que ya sería un gran objetivo. Con la gracia de Dios, iniciamos esta vez una acción misionera que quiere llegar a las mismas raíces de nuestra identidad y de nuestra misión como cristianos. En efecto, queremos lograr un encuentro tan vivo y profundo con Jesucristo, que nos transforme a todos en discípulos suyos, que responden con fidelidad y coherencia en su vida personal, familiar y social, a quien los ha invitado a seguirlo, y que aprecian tanto el tesoro que han recibido, que viven con alegría y gratitud su vocación cristiana. Acogiendo las orientaciones de Aparecida, se trata, por eso mismo, también de emplear nuestros esfuerzos en el ámbito civil y eclesial para que se cumpla la misión que Cristo proclamó como propia, y que es misión de la Iglesia, al decir: “He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). Buscamos la coherencia propia de los discípulos de Jesucristo, que nos impulse a construir la sociedad sobre las bases de la justicia, y que permita a todos vivir en paz y amistad, conforme a su dignidad de hijos de Dios.
3. La Misión Continental tendrá además otra característica. Es necesario que el poder del Espíritu Santo nos ayude a ser misioneros de Jesucristo, despertando a nuestra Iglesia en Latinoamérica del letargo de su espíritu misionero, que ha sido por tanto tiempo un signo de su debilidad y pobreza. En los decenios pasados, a pesar de ser un Continente católico, no hemos sido un Continente misionero. Hemos enviado muy pocos evangelizadores a los países en los cuales no se conoce la Buena Noticia de Jesucristo. Y recién en el último tiempo han comenzado a multiplicarse entre nosotros las misiones de verano y de invierno en muchas regiones del país que las necesitan. Con gratitud pensamos en las misiones familiares, universitarias, parroquiales, escolares, etc. Pero eso no basta. Son tantos los jóvenes que no conocen a Jesucristo, quien nos ha abierto el camino del amor a Dios y a los hermanos, tantos los niños y jóvenes que no son bautizados, que no confirmaron su fe o se han alejado de ella, y así de los caminos a la vida y la felicidad. Aparecida y las Orientaciones Pastorales de la Conferencia Episcopal (9ss) vuelven a las raíces bíblicas de nuestra fe, y meditan sobre los primeros encuentros de Jesucristo con sus discípulos junto al Jordán. Recuerdan que los dos primeros, Andrés y probablemente Juan, después de pasar ese primer día con Jesús donde él moraba, es decir, en la casa del Padre, no guardaron para sí el don recibido. De inmediato quisieron compartir la experiencia de ese encuentro que marcaría toda su vida, e invitaron a Pedro y a Natanael a ir al encuentro del Señor. Y más tarde, junto al lago de Galilea, después de la pesca milagrosa, Cristo no sólo los eligió como discípulos suyos; de inmediato les confió una misión. Serían “pescadores de hombres”. Como nos lo recordó el Papa en Aparecida: “Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva (cf: Hch 4,12). En efecto, el discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro.” La Misión Continental quiere ayudarnos, a todos nosotros, a conocer y acoger nuestra vocación misionera, la de todos los días. Como lo expresa el mensaje final de la Vª Conferencia general: “Desde el cenáculo de Aparecida nos disponemos a emprender una nueva etapa de nuestro caminar pastoral, declarándonos en misión permanente”.
4. Pero no pensemos que estamos ante una tarea que podamos cumplir con nuestras fuerzas humanas. Es obra del Espíritu Santo valorar con profundo asombro la venida del Hijo de Dios hasta nosotros como nuestro hermano y redentor; sobrecogernos porque Él nos amó hasta el extremo de dar su vida por nosotros, y porque siempre nos ama primero; experimentar que el Señor resucitado viene a nuestro encuentro como el que sirve; llegar a un encuentro vivo y comprometido con Jesús; despertar con espíritu misionero y audacia misionera para anunciar a Cristo a quienes se alejan de Él y viven como si Dios no existiera; encender en nosotros el amor a nuestro pueblo, de manera que los pobres, los afligidos, los extraviados, los desesperanzados tengan vida en Cristo, y la tengan en abundancia; hacer de todas nuestras comunidades y familias no sólo casas y escuelas de comunión, sino también casas y escuelas de discípulos misioneros. Todo esto no es alcanzable con meros esfuerzos humanos. Es cierto, es una obra que requiere de todo nuestro empeño, pero si no interviniera el Espíritu de Jesús, nada lograríamos. Por eso, la Misión Continental quiere cumplir su meta, implorando un nuevo Pentecostés con María, la madre de Jesús, y con todos nuestros santos.
5. Si alguien no conociera el camino que hemos hecho como Iglesia de Santiago durante los años pasados, tal vez podría cuestionar la necesidad y la oportunidad de esta Misión Continental, como si fuera algo extraño en relación a nuestro itinerario pastoral. Sin embargo, ciertamente nos indica una nueva etapa en la misma ruta que seguimos en la Gran Misión anterior, y que trazamos caminando juntos, conducidos por Cristo, nuestro Pastor, durante el IX Sínodo de Santiago. La implementación de sus unidades temáticas, que nos ayudaron a profundizar nuestra espiritualidad, a construir la Iglesia en comunión y participación, y a dar unos primeros pasos en la evangelización del corazón de la gran ciudad, desembocó en la preparación de la Conferencia de Aparecida. Después de enviar las aportaciones de más de dos mil comunidades, esperábamos sus conclusiones. Éstas confirman nuestro caminar y lo abren a una oración más eucarística y contemplativa, y a una acción pastoral más profunda, de mayor conversión y comunión, de más presencia y acción transformadora en el mundo, de mayor ardor misionero; en una palabra, lo abre a una verdadera conversión pastoral. Por esas vías gozosas, luminosas, dolorosas y gloriosas, que unen los caminos de la Virgen María y de la Iglesia con Cristo, su Esposo y Señor, queremos avanzar, con mucha fe y determinación, en el tiempo de nuestra misión Continental.
Cuando los Obispos en Aparecida trazaron este camino, lo hicieron con las siguientes palabras:
“La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales. (…) Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu” (DA 11).
Etapas de la Misión Continental
Podemos distinguir cuatro fases o etapas:
La primera es una etapa preparatoria. La segunda será un tiempo de convocación y formación de los misioneros, es decir, de todos los que participan activamente en la vida y la misión de la Iglesia. Después viviremos la Misión Continental, en el sentido más propio de la palabra, la cual será sectorial y territorial , para concluir y continuar como Iglesia misionera al servicio del Reino de la Vida en nuestra ciudad y en nuestra Patria.
Si bien las fases las hemos enumerado como etapas sucesivas, bien puede ocurrir que en determinadas comunidades ellas se den en forma simultánea. Las dos primeras etapas, que deben adaptarse bien a la vida de cada iglesia particular, tendrán un carácter eminentemente diocesano. En las dos últimas etapas habrá más coordinación nacional.
1. Etapa preparatoria: La acogida, el estudio, la reflexión, asimilación y profundización de las conclusiones de la Conferencia de Aparecida.
El documento final y el espíritu que animó a la Conferencia de Aparecida es un inigualable don del Espíritu Santo, lleno de vida, de verdad, de fuerza y de esperanza, no sólo para toda la Iglesia latinoamericana, sino particularmente para nosotros. El Señor ha querido fortalecernos, renovarnos y señalarnos nuevos horizontes para la vida y la misión que hemos recibido. Aparecida renueva nuestros proyectos y nuestra mirada sobre el mundo, sobre la Iglesia y, en especial, sobre nuestro ser de discípulos, nuestra vocación evangelizadora y nuestra pedagogía pastoral. Por eso, a comienzos de este año, nos propusimos dedicar todos estos meses a esta tarea. Todavía está inconclusa. Son muchas las comunidades que tienen un conocimiento vago de las conclusiones.
A todos los responsables de comunidades parroquiales y de comunidades eclesiales de base, de institutos religiosos que enriquecen la pastoral arquidiocesana, de movimientos eclesiales, nuevas comunidades e itinerarios de iniciación cristiana, de comunidades educacionales y de otras muchas asociaciones laicales, les pedimos que durante los meses que restan de este año puedan completar y profundizar el estudio de las orientaciones que el Señor nos entregó en Aparecida, y de las Orientaciones Pastorales de la Conferencia Episcopal, que las aplica a Chile. Pueden ser de gran utilidad para este objetivo los cuadernillos sobre Aparecida que publicó el Instituto Pastoral Apóstol Santiago (INPAS).
En esta fase del trabajo comenzaremos a incorporar las conclusiones de Aparecida en todos los procesos formativos, tanto ordinario como especiales, en todas las escuelas y los cursos, que se dan en la Arquidiócesis.
2. Segunda etapa: La convocación y formación de los discípulos misioneros. Esta etapa, Dios mediante, comenzará en marzo del año 2009. Sus destinatarios son todos los consagrados -sacerdotes, diáconos, miembros de institutos de vida consagrada- y todos los laicos comprometidos de todas las comunidades y organizaciones de la diócesis.
a. En ella queremos prepararnos a ser misioneros, enriqueciéndonos con todos los contenidos del espíritu y del proyecto pastoral de Aparecida en el ámbito de la oración, la conversión, la comunión y la solidaridad, y tomando iniciativas misioneras, saliendo al encuentro de quienes buscan a Jesucristo y nos necesitan.
b. En un primer tiempo, profundizaremos nuestro propio encuentro con Jesucristo. Queremos escuchar sus palabras: “Vengan y lo verán”, para estar junto a Él, acompañarlo y descubrirlo, dejándonos trasformar por su amor, su perdón y sus enseñanzas. Todos debemos estar capacitados para encontrarlo en todos los lugares de encuentro en que se ha quedado cerca de nosotros, para poder conducir a otros hacia Él . Lo queremos encontrar en su familia, la Iglesia, y de modo privilegiado en la liturgia -especialmente en la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación-, y en toda oración personal y comunitaria. Anhelamos encontrarlo en su Palabra –aprenderemos el método de la “lectio divina”, es decir, la lectura orante de la Sagrada Escritura; en los santos –particularmente en la Sma. Virgen, también en san Alberto Hurtado, santa Teresa de Jesús de los Andes y la beata Laurita Vicuña-; de manera preferencial en los pobres, enfermos y afligidos, y en quienes se han consagrado a Él, ya sea en el bautismo, mediante ordenación sacramental o profesión religiosa; en las comunidades que se reúnen en su nombre, particularmente en la familia, iglesia doméstica y santuario de la vida; como asimismo en esa admirable forma de inculturación de la fe, “en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos” , que es la religiosidad popular.
c. En un segundo tiempo también profundizaremos en nuestra vocación de discípulos misioneros en la comunión de la Iglesia, y le abriremos espacio en nuestras iniciativas, capacitándonos para reflexionar y entender las búsquedas de nuestros contemporáneos y para presentarles a Cristo, Camino, Verdad y Vida, como Aquel a quien buscan: a Él y a su Reino de justicia y de verdad, de amor y de paz, de gracia y de santidad. Las Orientaciones Pastorales del Conferencia Episcopal tratan de estas búsquedas (31ss).
Así queremos acoger tanto las orientaciones pastorales de nuestra Conferencia Episcopal, como el surco que abrió en nuestro tiempo Aparecida, llevándonos a los primeros encuentros de Cristo con sus discípulos junto al Jordán, señalándonos que la narración de ese encuentro con Jesucristo “permanecerá en la historia como síntesis única del método cristiano” (DA 244).
De esta manera nos capacitaremos para ser discípulos misioneros y haremos acopio del gozo que crece en nosotros al encontrarnos con Cristo y con su Padre en el Espíritu Santo, como también con nuestros hermanos, particularmente con aquellos que sufren. “Por desborde de gratitud y alegría” (DA 14) , seremos misioneros de Cristo, y experi-mentaremos lo que revela Aparecida: “Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en nuestra vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo” (DA 29) .
Más adelante la Vicaría General de Pastoral, con la colaboración de la Comisión Pastoral del Episcopado, nos entregará indicaciones más detalladas y material de apoyo para esta segunda etapa, que durará al menos un año. Cuando evaluemos los frutos de esta segunda etapa veremos si esta etapa postula una profundización del trabajo realizado en grupos que tienen gran importancia pastoral en la Arquidiócesis, por ejemplo, en institutos de enseñanza media y superior, en la pastoral familiar y juvenil, etc.
3. Tercera y cuarta etapa: La Misión ambiental y la Misión territorial. Ellas canalizaran nuestro ardor misionero hacia quienes están más lejos de Cristo y de su Iglesia, y serán el tiempo de gracia que imploramos para que la Iglesia permanezca en estado de misión.
Un espíritu nuevo
Las grandes orientaciones pastorales de Aparecida claman por un espíritu nuevo. Tomamos conciencia que ellas nos invitan a ser, con toda la Iglesia en Latinoamérica y El Caribe, un gran Cenáculo sin fronteras, una casa de instante y confiada oración. En esta Iglesia-Cenáculo, Iglesia del amor a Dios y a los hombres, Iglesia de esperanza para los pobres y afligidos y de la vida en Cristo, del envío y de la paz -disculpen que insista en ello, puesto que será determinante para el éxito de la misión- queremos unirnos a la oración de María Santísima, de los ángeles y de los santos con un corazón y una sola alma, implorando una nueva irrupción del Espíritu Santo, un nuevo Pentecostés. Convertidos en audaces discípulos misioneros de Cristo, con la fuerza del viento y del hálito del Espíritu, queremos salir por las puertas del Cenáculo e invitar a otros para que entren en él, de modo que el Pueblo de Dios viva en estado permanente de misión (DA 551). Para ello la Iglesia ha de ser, en el espíritu de María, su madre y modelo, un espacio que facilite la experiencia religiosa y la vida comunitaria, una escuela de formación bíblico-doctrinal y de santidad, y una casa de la cual todos salen con un profundo compromiso evangelizador (DA 226).
Queridos hermanos y hermanas en el Señor, alegrémonos desde ya por los frutos de esta Misión Continental, y pongamos todo el corazón en cada una de sus etapas. Son tantos los chilenos que han comenzado a vivir en las tinieblas de la increencia y que necesitan nuestro testimonio. Son tan inciertos los caminos de nuestra Patria, que claman por nuestra presencia y nuestra alegría por haber acogido a Cristo, que golpeaba a nuestras puertas y nos invitaba a colaborar con él. Esta colaboración solidaria con Él y su Evangelio es la que le ofrecemos en camino a la celebración del Bicentenario de nuestra convivencia soberana.
Que el Padre de los cielos, el Hijo y el Espíritu Santo los colme de sus bendiciones, por intercesión de Nuestra Señora del Carmen y de todos nuestros hermanos los santos.
Les saluda con alegría y gratitud, vuestro hermano y pastor,
† Francisco Javier Errázuriz Ossa
Cardenal Arzobispo de SantiagoSantiago,
17 de agosto de 2008
Anexo: El tríptico del envío misionero
Nos acompañará en este tiempo de gracia el significativo tríptico que nos envía el Santo Padre, que en formato reducido llegará a nuestras casas. Mediante sus imágenes quiere inspirar nuestro camino espiritual y misionero. En lo más alto, el Padre nos señala que escuchemos a su Hijo predilecto, sobre quien siempre permanece el Espíritu Santo. Al centro, Cristo antes de ascender a los cielos, nos envía hasta los confines de la tierra para que hagamos discípulos suyos a todos los pueblos. Reciben el envío de Cristo rostros latinoamericanos que nos representan. En un segundo plano, la escena de la crucifixión nos recuerda el amor de Cristo hasta el extremo de morir por nosotros, y de dejar a los discípulos su propia madre como madre nuestra. En un ala del tríptico es la Virgen quien se une a las palabras del Padre eterno y propone a los sirvientes de la boda –a nosotros, llamados no a ser servidos sino a servir en las bodas de la Esposa con el Cordero- que escuchen a Cristo y hagan lo que Él les diga. Bajo la imagen de Caná, el cuadro recuerda la vocación de Pedro junto al lago, cuando lo dejó todo y lo siguió con Andrés, su hermano, con Santiago y Juan, después de haber echado las redes con la audacia y la fecundidad propias de quien las lanza en el nombre de Jesús,. Es nuestra vocación a seguirlo y a ser misioneros, lanzando las redes con la confianza que nos inspira su palabra. Más abajo, Cristo se compadece de la multitud que lo escucha y manda a sus discípulos que lo ayuden a cumplir su misión a favor del pueblo. Les dice: “Denles ustedes de comer”. Es tarea nuestra, colaborando con el Señor. En el ala del frente, los discípulos de Emaús están a la mesa con Cristo, y lo reconocen al partir el pan en esa primera celebración de la Eucaristía después de su resurrección. En un segundo plano, va Jesús resucitado con ellos en camino a Emaús y les explica las Escrituras. Encontrar a Cristo en las Escrituras, abrir nuestro espíritu a su persona y a su sabiduría, y compartir su pascua en la Eucaristía, recibiéndolo como pan bajado del cielo para la vida del mundo, siempre hará arder nuestros corazones, como nos narran los discípulos de entonces y de ahora. Pero nunca habrían sido los apóstoles llenos de fe y de valor que salieron del Cenáculo y llevaron la Buena Noticia por todo el Imperio Romano, si no hubiera descendido sobre ellos el Espíritu Santo. Implorado unánimemente con la Virgen María, irrumpió sobre ellos como un fuego y un viento huracanado. Quedaron llenos del fuego interior del Espíritu de Jesús, fueron entendidos por quienes provenían de diferentes culturas y hablaban diversas lenguas, y se convirtieron en fieles testigos y audaces misioneros. Es lo que pedimos para nuestra Iglesia ante los nuevos desafíos. En el cuadro inferior, salen los discípulos a evangelizar. En un primer plano, san Juan Diego. En su tilma lleva impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe, a quien tanto quería, y en su mano lleva la Biblia. Como él, también nosotros salimos, inspirados por la primera discípula de Cristo, su propia madre María, y con la Palabra de Dios en el corazón y en nuestras manos, para dar gratuitamente lo que hemos recibido gratis: la gozosa experiencia de habernos encontrado con Cristo, Camino, Verdad y Vida para todos los pueblos.En lo más alto, la santidad de Rosa de Lima, Rosa de Jesús y de María, Rosa de los pobres y del Espíritu Santo, la primera discípula nacida en América cuya santidad fue proclamada por la Iglesia. Al frente, santo Toribio de Mogrovejo, infatigable misionero, portador de la vida de Cristo para los pueblos indígenas, patrono de todos los obispos en este continente nuestro.

domingo, 29 de junio de 2008

EXITOSAS JORNADAS DE FORMACION EN CHILE

Los dias 28 y 29 de junio 2008 se llevaron a cabo las Jornadas de Formacion de los Equipos de Nuestra Señora en Chile bajo el slogan: "Redescubriendo los Equipos y el Carisma ENS".
22 matrimonios vivieron intensamente las jornadas, 5 provenientes de la ciudad de Coronel y 17 de Santiago. Las actividades se desarrollaron en la Parroquia San Bruno en la comuna de Ñuñoa.
el matrinio Fontaine proveniente de Cordoba, Argentina y el Padre Alejandro Nicola llevaron a cabo la jornada , bajo la mirada de descubrir un tesoro y vender todo aquello que bloquee nuestros corazones para el AMOR Y ESPIRITUALIDAD CONYUGAL.
Recorrimos toda la historia ENS desde su origen hasta nuestros dias, identificando claramente cual es nuestro fin, nuestras orientaciones, nuestros medios de ayuda. la vida de equipo, la estructura del movimiento, la vocación y misión, la guía de los equipos, cual es nuestro carisma y como podemos plasmarlo dentro de la iglesia y dentro de nuestra comunidad. concluyendo:

El movimiento tiene una misión para con los matrimonios que lo integran, para con la Iglesia y para con el mundo:
– Ayudar a vivir plenamente su sacramento.
– Ser miembros activos a título personal y pudiendo responder como movimiento a solicitud de la Iglesia en la pastoral familiar.
– Anunciando los valores del matrimonio cristiano.

M. Teresa de Calcuta proponía un camino:
Conozcan la Palabra de Dios,
Amen la Palabra de Dios,
Vivan la Palabra de Dios,
Anuncien la Palabra de Dios,
y la Palabra de Dios los santificará.

martes, 10 de junio de 2008

"JORNADA DE FORMACION: REDESCUBRIENDO LOS EQUIPOS Y SU MISION"

El Padre Cafarell siempre invitaba a los matrimonios a "formarse" para estar preparados a cuando el Señor los llame a un nuevo servicio dentro de nuestra comunidad ENS, sea como equipista en crecimiento, como matrimonio responsable de equipo, como matrimonio del equipo de difusión, como matrimonio del equipo de formacion, como matrimonio de enlace o como matrimonio responsable de sector o provincia.

No solo debemos "crecer gradualmente" en nuestra espiritualidad sino también en nuestra "formación" para profundizar en la "Carta Fundacional" y en el "Carisma ENS".

Nos complace invitarles a agendar los dias Sabado 28 y 1/2 dia Domingo 29 Junio para participar de esta Jornada de Formacion Base e Internacional que se realizara en Chile por parte del Matrimonio Fontaine de Argentina:

Sábado 28: Inicio de las Jornadas de Formación a las 8:30 horas en Parroquia San Bruno, en calle Eduardo Castillo Velasco Nº 1397- Ñuñoa.
Costo por matrimonio: $ 4.000 (incluye pago de local e instalaciones).
Almuerzo: compartir comunitario, cada matrimonio lleva su merienda + extra considerando a los matrimonios de Coronel como invitados.
Finaliza 19:10 hrs. Misa voluntaria a las 19:30 en la Parroquia.

Domingo 29: continuación de Jornadas de Formación a las 8:30 horas, Finalizando a las 12 horas, con Misa Comunitaria
Almuerzo con los Fontaine y Padre Alejandro: participación voluntaria.

Queremos la mayor participacion en la historia ENS, por lo que les avisamos con tiempo y pedimos a cada "matrimonio responsable" asegurar la participación de su equipo. Creemos que es una bendición que nos regala "El Sagrado Corazón de Jesus" en su mes a través del Espiritu de Cafarell que esta soplando fuerte a los Equipos en Chile.

Pedimos a cada matrimonio responsable motivar a sus equipistas y consiliarios y hacer uso del 100% de los cupos que deseen para este gran encuentro de formación. Y a los consiliarios tambien les decimos bienvenidos sean.


En Jesus y Maria.
Equipo de Difusion y Pilotaje

DÍA SÁBADO 28

08:30 a 09:00 hs. – Recepción.
09:00 a 09:30 hs. -Palabras de bienvenida. Presentaciones.
09:30 a 11:30 hs.- Momento de oración y reflexión.

Reflexión - oración. P. Alejandro.

44 El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
45 El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; 46 y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
47 El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. 48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. 49 Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, 50 para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
51 ¿Comprendieron todo esto?». «Sí», le respondieron. 52 Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo». (Mt. 13, 44-51)


Reflexión. El equipo como comunidad cristiana. P. Alejandro.


11:30 a 11:45 hs. – Pequeño descanso.

11:45 a 12:15 hs. – Introducción a la jornada.
Los Equipos de Nuestra Señora, conceptos generales (fin, carisma, espiritualidad, medios, las orientaciones). Guillermo. Apoyado en P. Point.
Historia de los Equipos desde 1938 hasta hoy. Las etapas que fue viviendo el movimiento. Eugenia.

12:15 a 12:45 hs. – La vida del equipo
La vida durante el mes – Guillermo.
La reunión de Amistad – Su sentido, sus modos, es reemplazable? Y si no se hace? Eugenia
Luego poner en común las dificultades que nos parecen insalvables en nuestro equipo o los aportes de aquellas dificultades que se han superado (intentaremos que no sean más de dos o tres testimonios).

13:00 hs. Almuerzo – pequeño descanso.

14:00 Café – Cantos u otro modo de integrarnos.

14:30 a 16:30 hs. Vivamos juntos una reunión formal de equipo (pedagógica):

A – Preparando y convocando a la reunión formal o seria

B - Viviendo la reunión formal o seria:
Oración: el porqué de la oración, el espacio, distintos modos que eligen los equipos.
Vivamos el momento de oración propuesto.

Puesta en común: qué es la puesta en común en los equipos, que no es, su sentido. Y si es muy prolongada, y si falta?
Vivamos un momento de puesta en común. Alguien que de un ejemplo de puesta en común qué recuerde y se pueda expresar hoy. Actitud del resto.
Contemos experiencias que enriquezcan.
Contemos dificultades en el modo de vivir la puesta en común en nuestro equipo que consideremos son difíciles de superar (las superables quedan como propósitos interior de cada asistente).

El tema de estudio: qué es y qué no es en los Equipos. Cómo lo elige el equipo. Cómo se vive. Temas de estudio propuestos por el movimiento.
Vivamos un tema de estudio. Darles un texto corto (ej. 20 líneas), para que lean en el momento, hablen con su esposo/a y luego invitarlos a compartirlo (una o dos parejas).

Contemos que experiencias positivas vivimos en nuestro equipo respecto al tema de estudio..
Qué problema vemos será difícil de superar en nuestro equipo respecto al tema de estudio? (el resto queda como propósito de cada uno).

16:45 a 17:00 hs. - Descanso – Merienda.

17:00 a 19:00 hs.
Participación:
La mística de los puntos concretos de esfuerzo: que significan, que importancia tienen, coherencia. Definir y desarrollar cada uno en forma escueta con lo más importante o menos tenido en cuenta. Apoyo en P. Point.
La mística o espíritu de la participación de los puntos concretos de esfuerzo: con qué actitud prepararlos para “participarlos” en la reunión formal. En clave de ayuda mutua. Momento de la participación, actitud de quien participa, actitud de quienes escuchan.
Vivamos la participación (dos o tres presentes sobre uno o dos puntos concretos).
Contemos modos de participación o actitudes en nuestro equipo que enriquezcan.
Contemos dificultades en el modo de vivir la participación en nuestro equipo; solo aquellas que consideremos será difícil superar.
Creemos que es factible que este tema necesite más tiempo, en cuyo caso lo extenderíamos al día siguiente en la primera hora, junto a la comida y el sacerdote consiliario.

19:10 Momento de celebración. Gesto. P. Alejandro.


DÍA DOMINGO 29

08:30 convocatoria, recepción.

09:00 a 09:15 Oración. Gesto. P. Alejandro
09:15 a 09:45 hs. -
La Participación: lo que no se haya podido concluir el día anterior.
La comida: el sentido, qué puede ayudarnos, que puede dificultar el desarrollo de la reunión?.

09:45 a 10:00 - El sacerdote consiliario
Resumen del rol del S. Consiliario. P. Alejandro

10:00 a 10:15 hs. – Breve descanso.

10:15 a 11:45 hs – Vocación y misión.
Formación y sentido de la estructura del Movimiento
La misión de los Equipos y de los matrimonios de los equipos hacia adentro y afuera del movimiento.
Espíritu de la responsabilidad en los ENS
La difusión de la espiritualidad conyugal, y de los equipos como un camino. El crecimiento de los Equipos.
La inserción en la diócesis.

12:00 hs. - Misa junto a la comunidad parroquial. Termino de la jornada. Gesto. Presentación de las ofrendas .

miércoles, 21 de mayo de 2008

EL LOGO ENS

Somos un movimiento de « Espiritualidad matrimonial » que agrupa a muchas parejas cristianas unidas por el sacramento del matrimonio, las cuales desean profundizar juntas sobre la gracia propia de su sacramento.
Esta identidad es claramente visible por dos signos relevantes, constitutivos de nuestro movimiento: la referencia cristiana y la alianza matrimonial, simbolizados por el pez y los anillos.
El pez es el emblema de los primeros cristianos.Las letras de la palabra griega « pez» significan « Jesús Cristo, Hijo de Dios Salvador "; por esa razón el pez fue desde muy antiguo un símbolo para representar a Cristo; Él es quien nos congrega en nuestras reuniones de equipo. El sustantivo “equipo” viene de la antigua palabra francesa « esquif », “barca”, relacionada también con el símbolo del pez. Así pues en el pez encontramos una doble referencia, a Cristo y a los equipos, que son la base de nuestro movimiento.
Los anillos: son las alianzas del casamiento. Ellas son el signo del cariño, del amor y de la fidelidad al ser amado y elegido.Los anillos, bajo la forma de círculos entrelazados sobre el pez, simbolizan la alianza de Dios con su pueblo, en cuya alianza el matrimonio cristiano encuentra su fundamento, y de la que recibe su naturaleza propia como sacramento.
El logo presenta los tres colores primarios, que en la iconografía tienen los significados siguientes:El azul, simboliza la divinidad de DiosEl amarillo o dorado, muestra la gloria de DiosEl rojo, refleja la humanidad.
El pez y los anillos componen el logo, debajo del cual aparece escrito el nombre del movimiento en el idioma del país; así destacamos, de una parte, la diversidad de países integrados en nuestro movimiento, y, de otra, su unión en la internacionalidad.

CARDENAL ERRAZURIZ: LA FE TIENE QUE EXPRESARSE EN LA VIDA

Cardenal Errázuriz: La fe tiene que expresarse en la vida.
Muy contento por los resultados de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida, Brasil, del 13 al 31 de mayo, se mostró el Cardenal Francisco Javier Errázuriz.Así lo manifestó el Arzobispo de Santiago en conversación con la prensa en la mañana del sábado 2 de junio. “Todo se desarrolló en un clima extraordinario, de enorme libertad, de mucha fraternidad y comunión, y por sobre todo de mucha oración, Fue una reunión sin tensiones, muy constructiva”, dijo el prelado.En su conversación con los periodistas, el Cardenal Errázuriz hizo un detallado recuento de la V Asamblea. Dijo que fue convocada e inaugurada por el Papa Benedicto XVI y que contó con la participación de 160 obispos, los que contaron con el apoyo de 95 invitados y peritos, además de 8 observadores de otras comunidades cristianas y un rabino judío. También recordó que hubo un trabajo previo en el que participaron las comunidades, parroquias y diócesis de todos los países de América Latina. “La Asamblea se llegó con un documento de trabajo con mucha participación”, señaló el Arzobispo de Santiago.OrientacionesAl referirse a las conclusiones de la V Conferencia, el Cardenal Errázuriz señaló que el documento final fue ampliamente acogido por los participantes, hubo solo dos votos en contra. Éste será presentado el 11 de junio al Papa para su aprobación definitiva. “El documento reafirma cosas que son fundamentales. Lo primero –dijo el Cardenal Errázuriz- es la opción por Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Camino Verdad y Vida para hoy, y no solamente para hace dos mil años. Y por lo tanto la búsqueda y el encuentro con el Señor. También se reafirma la coherencia entre la fe, la vida y el trabajo. No puede ser la fe algo intimista. Si se quiere seguir a Jesucristo tiene que expresarse en la vida, en el trabajo, en la profesión, en el servicio público, donde quiera que se esté”. “También –agregó- se reafirmó la opción preferencial por los pobres. En muchos países se ha agravado la pobreza, han aumentado las distancias entre los ingresos de los grupos más ricos y más pobres. La opción por los pobres viene de Jesucristo y nosotros teníamos que reafirmarla. Y también se reafirmó la opción por la vida, por la familia, por los jóvenes”NovedadesEntre las novedades que plantea el documento final de la V Conferencia, el Cardenal Errázuriz mencionó la preocupación por promover entre los católicos una mayor formación en la fe y un encuentro más vivo con Jesucristo. “No queremos pensar que el cristiano, el católico, sea tal simplemente porque se bautizó, porque va a misa, porque cumple los mandamientos. Se trata de encontrarse con Jesucristo, de encontrarse personalmente, vivamente con él, y en ese encuentro transformarse en alguien que lo admira profundamente, que quiere escucharlo y seguirlo; que quiere ser misionero suyo. Nosotros queremos que las parroquias, comunidades cristianas, movimientos, sean escuelas de encuentro con Jesucristo y al mismo tiempo sean escuelas de discípulos y misioneros del Señor. Es lo que más anhelamos y por lo tanto va a tener una centralidad mayor todavía el estudio de las escrituras, de la Biblia. También con un profundo amor a la Virgen, quien estuvo más cerca del Señor, quien más lo escuchó, quien más quiso seguirlo”. Otra novedad que plantea del documento es la necesidad de un despertar misionero. “Ese es otro acento, el despertar misionero de la Iglesia. Son muchas las personas que no conocen a Jesús, y que por lo tanto no saben la riqueza que existe en el encuentro con él, y en seguirlo, y por eso es necesario y urgente un despertar misionero en nuestros países y también pensando en los países de otros mundos donde todavía no ha sido predicado el Evangelio”.Por último el Cardenal Errázuriz destacó que la V Conferencia llama a los católicos, especialmente a los laicos, al servicio a la sociedad. “Es tanta la gente que sufre porque su vida no tiene plenitud, que vive con desesperanza. Nosotros quisiéramos que la familia, el trabajo digno, sean espacios de vida y vida con Jesucristo”.Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl

LOS ENS SE EXPANDEN A CORONEL

Compartiendo la experiencia del Nacimiento del 1er Equipo de Coronel

Queridos amigos, matrimonios y consiliarios de los Equipos de Nuestra Señora;
Nuestros amigos y nuevos Responsables de Sector, Verónica y Jorge Valenzuela nos pidieron escribir una nota a título de Coparticipación de lo que fue el inicio de este Equipo en Coronel. Pensábamos ¿en cómo hacerlo? Es tan difícil traspasar una experiencia, sobretodo cuando está cargada de sentimientos y emociones. Precisamente hoy en la celebración Eucarística del 3er Domingo de Pascua, en el Evangelio y la homilía, Dios nos iluminó con ese texto que tan bellamente relata Lucas (Lc 24, 13-45) “Los discípulos de Emaus”, que tantas veces hemos leído y meditado. El Señor nos llama precisamente de a dos, esposo y esposa unidos sacramentalmente en el matrimonio como sus discípulos, a llevar la buena nueva, Su Palabra.
Tres hechos fundamentales nos marcaron e incentivaron a ser realmente sus discípulos. El 1º, fue las misiones familiares realizadas en Coronel, donde participaron 2 matrimonios ENS del equipo Santiago 3 “Nuestra Señora de la Anunciación”, que a su regreso con entusiasmo nos contaban lo que habían vivido esa semana en Enero de 2005 y el interés de 3 matrimonios de Coronel junto a su párroco, Padre Reinaldo, en conocer mas profundamente la opción que planteaban los ENS como seguimiento y crecimiento de vida Cristiana. El 2º hecho fue, el sentirnos motivados con esta experiencia de misiones familiares de que tanto nos hablaron durante ese año y sin darnos cuenta ya estábamos participando de las reuniones de preparación, llevándonos a Coronel la última semana de Enero de 2006, con nuestra nieta, dos sobrinos y una ahijadita de 3 años entonces; la experiencia que compartimos esa semana, durmiendo en una escuela en el suelo todos amontonados y duchándose con agua helada, comiendo lo que no estábamos acostumbrados, pero recibiendo una de las mas grandes experiencias en nuestras vidas, la que repetimos en 2007.
Por último, el 3º motivo fue el llamado a ser pilotos que nos hicieron nuestros amigos los Responsables de Sector Gilda y Miguel Labbé, fundamentada en nuestra experiencia como pilotos y compromiso cristiano. Lo aceptamos como un llamado del Señor, creyendo que todo se fue dando para mostrarnos ese camino y no podíamos negarnos a lo que nos pedía nuevamente el Movimiento, pensamos que en vez de hacerlo a distancia, podríamos aprovechar y acomodar las reuniones de pilotaje, a los periódicos viajes mensuales que por trabajo tenia que realizar (Pedro) a Concepción, distante a sólo 24 Km. de Coronel. Todo encajaba a la perfección.
La ciudad de Coronel fue durante 50 años el centro productor de Carbón más importante de Chile, pero se extinguía como una lámpara sin aceite, junto a la caída experimentada por su demanda y uso. En los años 93/94 las minas de carbón se cerraron definitivamente y la ciudad quedó con una gran cantidad de trabajadores cesantes, que los planes sociales han conseguido absorber con dificultad pero no ha sido suficiente, existe por tanto una alto índice de pobreza y carencias materiales comparativamente a otras Ciudades o mismo a Concepción que es el mas importante centro Industrial y Comercial del Sur de Chile (500 Km. de Stgo.). Los hogares son modestos y pequeños, en algunos casos, son el alberge de dos o más familias, lo que no permite en la mayoría de los casos, recibir a varios matrimonios, sea por espacio, o por no tener suficiente mobiliario o no poder proporcionar


recogimiento/privacidad que requiere la reunión de Equipo. Prefirieron por tanto realizar las reuniones en la pequeña Capilla Santa Elena del Cerro Obligado, el mismo barrio que acogió los misioneros en Enero.
Tal como lo describe Lucas, “nos ardía el corazón cuando los escuchábamos”. Sentimos también al igual que en el camino de Emaus, nuevamente al reencantamiento de dos discípulos, con la acogida, la hospitalidad, la entrega, experimentando la presencia viva de Jesús a nuestro lado cuando estábamos con ellos. Como ese amor puede quemar, en la fría noche del largo invierno, cuando la lluvia zapateando sobre el techo de planchas de acero, el viento húmedo filtrándose por mil rendijas que tienen las casas de madera, era la compañía inseparable de esas reuniones. Los refrigerios de cierre, eran animados por mates y sabrosas cenas, preparadas con esmero y cariño especial, en un ambiente de alegría espontánea, condimentado con bromas, apodos y picardía servida en un pequeña pieza a medio terminar contigua a la capilla, donde se compartía generosamente lo poco que poseen materialmente. Que pequeños nos sentimos al darnos cuenta de lo ilusos que fuimos al pensar que éramos nosotros los que íbamos a entregar algo a Coronel; lo que nos deja esta experiencia, es que estos hermanos, gente maravillosa, a pesar de todas sus dificultades, sufrimientos, gravísimos problemas de desempleo y por consecuencia económicos, lo que lleva a gran parte de la juventud a caer en la delincuencia, alcoholismo y drogadicción, la mayoría son personas de una tremenda Fe y nos dieron una lección de vida, donde ellos comparten y se apoyan como comunidad para sobrellevar las adversidades.
No podemos dejar de mencionar al Padre Reinaldo, que fue él el que se encantó primero por el Movimiento durante las misiones familiares y ha brindado todo su apoyo para que esto crezca en Coronel, ya que dice que es lo que les faltaba a estas familias, muchas veces tan golpeadas por la vida, pero que nos dan lecciones de fe y de perseverancia.
Hemos comprobado, que lo mismo han experimentado los otros matrimonios, que han tenido la oportunidad de participar de alguna actividad con los ENS de Coronel, revitalizándonos y enriqueciéndonos como Movimiento, esta experiencia única nos ha ayudado a recordar lo que nunca debemos olvidar tal como le ocurrió a Caifas y su compañero, que Él esta a nuestro lado vivo, que debemos ir y entregar lo que nos ha dado, que nos hace bien escuchar y recordar la Palabra de Díos, el apoyo mutuo y la permanencia en la comunidad cristiana o su retorno a ella. No podemos seguir a Cristo en solitario.
Después de 12 reuniones el 30 de Julio de 2006, los 6 matrimonios se transformaban en ENS en Coronel teniendo como consiliario al sacerdote diocesano Reinaldo Méndez, nacía el Equipo 1 Coronel – Nuestra Señora del Carmen.
En estos momentos con la gracia del Señor, un segundo Equipo está en la mitad del Pilotaje, acompañados por los Responsables del Equipo 1- Coronel con el Padre Reinaldo y con la ayuda de algunos matrimonios del Equipo de Pilotaje y Difusión que se han ido alternando en viajar a Coronel.

Violeta & Pedro Paredes
Equipo Santiago 1 – Nuestra Señora del Carmen
Abril/2008